Cualquier enfermedad comienza con un desequilibrio energético en nuestros cuerpos sutiles, que si no se corrige se traslada al cuerpo físico y aparece la enfermedad. Cuando estamos enfermos se produce un bloqueo energético y la circulación estará estancada en la zona o el órgano enfermo; por ello es recomendable trabajar con REIKI entre todas las alternativas ya que al aplicarlo realiza una aportación energética extra que puede disolver el bloqueo y restaurar la salud.
