A través del sistema respiratorio humano circulan miles de litros de
aire cada día. Este aire contiene, en mayor o menor grado, impurezas en su
interior que penetran en nuestro cuerpo arrastradas por él.
La vía
respiratoria, por tanto, trata de defenderse de esas partículas extrañas,
habitualmente microscópicas, que flotan en la atmósfera que nos rodea; para
ello, se encuentra “tapizada” en su interior por una capa de minúsculos pelos,
llamados cilios, que atrapan y retienen la mayoría de estas moléculas. Además,
y también como mecanismo defensivo, los bronquios producen mucosidad con el fin
de favorecer que se peguen a la misma y no penetren sustancias nocivas en los
pulmones. Estos cilios se encuentran en permanente movimiento acompasado,
tratando de expulsar hacia el exterior, poco a poco, a dichas moléculas junto
con el moco o flemas donde se han quedado pegadas.
Mecanismo de la tos
Reflejo defensivo producido por la estimulación en el sistema nervioso
central del centro de la tos, con el fin de expulsar cualquier partícula o
secreción que se encuentre en el interior de la vía respiratoria.
Complicaciones
Cefalea, náuseas, vómito, ronquera, contracturas torácicas, fracturas y
hernias.
Clasificación de la TOS
1.- Tos aguda: de forma continua durante al menos tres semanas.
2.- Tos crónica o de larga evolución: por encima de tres semanas.
3.- Tos productiva o blanda: cuando se acompaña de eliminación de
flemas.
4.- Tos seca: sin producción de flemas.
5.- Tos irritativa: que se produce con tanta frecuencia que acaba
dañando la faringe, lo que provoca a su vez más tos.
6.- Tos psicógena: de origen nervioso.
Causas de la TOS
Infecciones respiratorias, asma, tabaquismo, goteo nasal posterior,
reflujo gastroesofágico, fármacos, sustancias irritantes, etc.
Tratamiento
*Importante no tomar cualquier jarabe ya que deben de determinar el tipo
de tos que se tiene.
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