Esta piel tiene la característica
de poseer un cutis grueso y suficientemente elástico, su textura es mediana y su
coloración es continua. Tolera de buen grado el maquillaje y los productos
cosméticos en general. Es una piel suave y firme.
En este caso se habla de una piel
cuya textura es mediana y resistente. Posee los poros abiertos en ciertas zonas
de la cara y cuando se expone al sol pueden aparecer algunas pecas.
Piel madura
Esta es una piel en la cual ya
aparecen pequeñas líneas en los extremos de los ojos y de la frente. Su textura
se percibe un poco tensa y cuando hace frio puede agrietarse. La coloración de
la piel ya no es continua y pueden aparecer tonalidades diversas. El maquillaje
resulta un poco más difícil de aplicar, pues este se desliza o con el tiempo se
agrieta. La piel es gruesa y puede tener grietas, además de estar un poco
áspera. Por otra parte, puede ser seca y un tanto delgada.
La piel del rostro resulta muy
sensible al tacto. Hay un elevado número de pecas en las áreas de la cara, el
cuello y las manos. La piel ofrece escasa flexibilidad. Cuando se pellizca,
tarda en recuperarse por falta de una circulación sanguínea adecuada. Aparecen
arrugas en la nariz, en las comisuras de los labios y en la barbilla. Así
mismo, arrugas en el cuello y más adelante pueden salir incluso en las
mejillas.
¿Sabías que un factor importante que debes de considerar es una buena circulación para evitar el envejecimiento de tu piel?
¿Ya identificaste tu tipo de piel?
En el próximo capítulo Conozca su
piel.
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