Como mencionamos anteriormente en
lo que respecta a la dermis, se puede decir que es ella dónde se encuentra el
sistema de lubricación natural de este órgano, formado por una gran cantidad de
células sebáceas que producen la grasa necesaria para otorgar a la piel una
protección natural en contra de los efectos del medio externo.
En las zonas donde se encuentra
un mayor estímulo de grasa, el sebo que emanan estas glándulas se muestra más
aparente y no es raro en estos casos observar a personas cuya frente, nariz o
mentón se vean brillosos a causa de la preferencia de grasa. La razón específica
de esto es que es en estas zonas del rostro, dónde la piel cuenta con un mayor
número en proporción de glándulas sebáceas.
Si padecen de exceso de grasa en
éstas o en otras zonas del cuerpo, algunas personas constantemente se la
retiran con ayuda de un pañuelo, frotándose vigorosamente la frente, nariz y
mentón. Sin embargo, dado que su piel produce grasa como respuesta al medio
ambiente y aún quizá por razones hereditarias, ésta vuelve a aparecer.
Entonces, lo recomendable seria que en vez de retirarse la grasa con
movimientos friccionantes del pañuelo, se haga con movimientos más suaves, para
impedir que la piel se sienta agredida y produzca como respuesta más grasa.
Otra causa por la cual algunas
mujeres padecen cíclicamente la presencia de barros y espinillas en esta zonas
ya mencionadas, además de los hombros y espalda, es debido a que durante el
ciclo menstrual la presencia de un aumento hormonal activa una mayor secreción
de las glándulas sebáceas, por lo cual, resulta que se presentan estas alteraciones
unos días antes de su menstruación. Es por eso que cuando existe mucha
presencia de barros recomendamos ver a un ginecólogo para que pueda apoyar y
equilibrar la producción hormonal. A su vez es muy importante tener una buena
higiene y lavarse diario la cara. 
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